Tenia 5 años, era una temprana edad pero mi memoria fotografica no me dejaba olvidar la escena. La casa estaba en llamas, el humo no me dejaba ver ni respirar y a gatas pude encontrar la puerta de mi habitacion. Cuando sali, pude ver a mi padre muerto en el pasillo. Tenia varias heridas, pero la causa de su muerte era un tiro en la frente. Mi madre salio a tientas de su habitacion, tambien estaba muy lastimada pero corrio hacia mi, me levanto en sus brazos y hecho a correr. Sentia su cuerpo tibio apretandome y yo me aferre a ella, me daba seguridad. Mientras estuviera con ella nada nunca me lastimaria. El suelo a mi alrededor se movia rapidamente, mi madre estaba corriendo.
Cerre los ojos y cuando los volvi a abrir estabamos fuera de la casa, unos ruidos sordos irrumpieron en el silencio de la fria noche y luego mi madre y yo caimos al suelo. Yo seguia aferrandome a ella, pero su cuerpo iba perdiendo su temperatura. El calor que tanto me protegia y me cuidaba se iba desvaneciendo poco a poco.
-Madre..
Susurre en voz baja, pero no hubo respuesta. Simplemente espere, toda la noche abrazado a mi madre completamente fria e inmovil cuyo ultima accion habia sido rescatarme y protegerme.
El sol irrumpio en el horizonte, marcando el paso de las horas, y yo me desperte. Estaba acostado en el suelo y el cuerpo inherte de mi madre junto a mi. De repente una sombra salio desde el bosque cercano a nuestra casa.
-No tengas miedo... Estoy aqui para ayudarte...
Dijo el misterioso hombre que se acercaba hacia mi. Extendio su mano y salio de las sombras, ahi pude ver su rostro lleno de ternura y no pude resistir su invitacion. Mientras me acercaba a el me dijo.
-Mi nombre es Hades, y tu me seras fiel y creceras para servirme y juzgar a las personas a la hora de su muerte. Lo que has vivido, lo recordaras por siempre, y asi siempre sabras el mal del que son capaces las personas.
El frio suelo de mi templo, me desperto de mi sueño. Estaba desnudo en la mitad de mi santuario y poco a poco empezaba a tomar consciencia de mi ser.
He vuelto...
-Le he fallado a mi señor, un impio, un ser demoniaco a escapado a mi juicio. No merezco el honor de servirle a Hades.
Debo ir a su templo e implorar su perdon.
Me levanto lentamente, mientras por mi mente pasan retazos de las visiones que tuve antes de despertar.
Si no fuera por su misericordia, yo no estaria en este mundo y no habria aprendido la maldad latente en el ser humano. Gracias a su vision y grandeza hoy puedo ser lo que soy y le estare eternamente agradecido por eso.
Pero hoy... le falle...
Cojo mis ropas ceremoniales y salgo hacia el templo de Hades.