Minos aparece una vez más desnudo en su templo. La verguenza de una nueva derrota contra un caballero que otrora había derrotado es enorme. Siente en su cuerpo los golpes recibidos en su primer encuentro con el padre Mc'allister y lo único que puede ver son la imagen de sus padres muertos. Su padre crucificado contra una pared con la cabeza hacia abajo.. su madre... desnuda y colgando del techo. Los gritos el entonces joven Minos, su escape al bosque y su encuentro con la hermosa armadura del grifo.
De repente la imagen cambio, y minos vio como mataba al Mcallister, torturandolo lentamente. Los gritos de sufrimiento de este llenaban la iglesia donde lo asesino como música para los oidos del Juez mientras una sonrisa se dibujaba en su rostro. Toda su armadura estaba cubierta con la sangre de su más odiado enemigo.
Luego recordo su primer encuentro con Hades, el amo del Inframundo, y su nuevo señor. No le pudo ver la cara pero sintió su cosmos, de una magnitud increíble. La emoción que sintió Minos en ese momento no tenía palabras y hasta el día de hoy siente orgullo al pertenecer al ejercito del Inframundo.
De repente el cuerpo de Minos se cubrió de un dolor insoportable, haciendolo gritar con todas sus fuerzas.
AAAAAARRRRGGHHHHH!!!!!! NOOOOOOO!!!!!!!! AMO!!! DISCULPEME!!!!
Abre los ojos con mucho esfuerzo tratando de resistir la tortura y puede ver que está en su templo antes de cerrar los ojos una vez más. El dolor, lo reconoce, está siendo torturado de nuevo por su fracaso en Rio de Janeiro.
MI SEÑOR!!! ACEPTO LA RESPONSABILIDAD!!! PERO LE RUEGO QUE PARE!!! PROMETO QUE NO VOLVERA A SUCEDER!!!
Entonces una voz salió de las paredes sonando en todo el templo.
Ven a mi Minos de Grifo, es hora de que seas juzgado.
Era la voz de Hades sin duda alguna. El dolor había cesado y Minos se paró. Entro a su habitación y tomó una túnica ceremonial antes de partir al encuentro con su Dios, sabiendo que el castigo solo había comenzado.